


Funes y yo
Funes el memorioso, Borges y yo. La invención de un ser singular, carente de olvido; la sospecha común de que vivimos postergados detrás del personaje que representamos en público. Sin duda, portar el apellido de Irineo habilita a Luján a Jugar con las dos otredades más inquietantes imaginadas por el escritor argentino.
Juego subversivo, porque si la acumulación incontable de documentos evoca la memoria infalible del orillero Funes, la tinta presurosa y la barbotina espesa delatan una urgencia que no puede reducirse a pura información.
Juego subversivo, porque si Borges encuentra un verdadero ser del otro lado del espejo, Luján construye un personaje en el pequeño abismo de un vestido que ya no cierra.
Acumular para exorcizar. Tapar para develar. Allí donde el hombre descansa en la autenticidad de una biografía, ella compone, con figuras comunes – madre, bioquímica, señora burguesa, artista visual – un espacio de redención amorosa de aquello que nos duele mirar.
Valeria González
ThisisNotAGallery -Diciembre 2010
No comments:
Post a Comment